Por Ricardo Cardona Alvarenga.
El País se encuentra en una crítica situación económica, con
altos índices de violencia social y polarización política, lo que genera un
alto grado de desintegración social.
Ante esta situación, cualquier gobierno necesitará el
concurso de diversas fuerzas sociales,
actores económicos y liderazgos
políticos, para garantizar una base mínima de estabilidad que permita sentar
las bases de un proceso de recuperación.
Esta realidad impone la necesidad de que las principales
fuerzas políticas sean capaces de establecer un acuerdo de principios en temas
sustantivos, como única forma de subsistencia que marque el rumbo del despegue para
un proceso de crecimiento sostenido y bienestar incremental de la inmensa
mayoría de salvadoreños.
No se trata de alianzas que fortalezcan una opción en contra
de la otra, se trata de una única opción de país. No se trata ya de izquierdas
y derechas, se trata de pasado frente a futuro, de realidad frente a ficción,
de estancamiento frente a crecimiento y de gobernanza frente a polarización.
Ante esa realidad un grupo de ciudadanos independientes de
diversos estamentos de la sociedad civil representada en el “Instituto
para el Desarrollo Integral”, ofrece una propuesta temática y una metodología de construcción de acuerdos que
le permitan al país transitar hacia la estabilidad y el bienestar, definir el
rumbo a seguir en los próximos años para arribar al 2021, año del bicentenario
de la independencia, en condiciones favorables.
No se trata de renunciar a principios e ideologías ni a
preferencias sistémicas, se trata de un pragmatismo consecuente que sobre la
base de propuestas técnicas y escenarios realistas y con el concurso de todos,
permitan construir un futuro promisorio
para la población durante los próximos 25 años.
Las variadas ofertas de “Un Gran Acuerdo Nacional”, un “Pacto
de Estado”, un “Proyecto Unidad Nacional”, Una “Construcción Conjunta” y otras
similares tienen la oportunidad de manifestar una voluntad política de
acercamiento para buscar puntos de coincidencia sobre asuntos urgentes de la
realidad nacional.
El Sistema de Pensiones, la seguridad ciudadana, la política
monetaria y fiscal, entre otros, son temas que requieren decisiones urgentes en
el corto plazo.
Otros temas relevantes como Educación, Salud, Recursos
hídricos, Tecnología, Productividad y cambio climático, requerirán también
decisiones trascendentes y políticas públicas de acuerdo mínimo.
No se plantean pues, en esta propuesta, soluciones únicas ni excluyentes,
tampoco se ofrecen garantías de acuerdos
en todos los temas, solo se pide la voluntad política de acercamiento, diálogo
y compromiso para concertar e impulsar soluciones efectivas a los grandes
problemas del país.
Es un compromiso de todos.
Las soluciones deben ser construidas entre todos en, al menos
tres niveles:
1)
En
el Corto Plazo:
Acuerdos políticos que den una base
de estabilidad para la discusión técnica
de las propuestas que garanticen la consolidación democrática y permitan
construir los niveles de confianza necesaria para avanzar.
2)
En
el Mediano Plazo:
Concertación para el
desarrollo, que permita construir una propuesta económica, con un modelo de
acumulación de capital que promueva la inversión, el empleo y las condiciones
mínimas requeridas para el funcionamiento de una economía social de mercado.
3)
En el Largo Plazo:
Construir una Cosmovisión
consensuada con visión de Estado,
consciencia patriótica y pragmatismo realista en la construcción de un rumbo de
país hacia un estado de crecimiento económico, bienestar social y libertad
política para todos los salvadoreños.
Durante los últimos días hemos escuchado con agrado diversas
propuestas más o menos coincidentes y lo que es aún más importante,
manifestaciones de interés de parte de las autoridades políticas de las dos
fuerzas en contienda. Ante esa realidad lo que falta para impulsar un
acercamiento eficaz y positivo son dos condiciones básicas las cuales pueden
ser garantizados por El Instituto para el Desarrollo Integral
(INDI)
1)
Confianza:
Que se debe garantizar por la participación mediadora de organizaciones y
personas no comprometidas con grupos, partidos o sectores específicos y con
trayectoria de independencia política.
2)
Método:
una metodología de concertación social que facilite el avance en la obtención
de acuerdos y compromisos, a fin de evitar el fracaso de la iniciativa, como
suele suceder en muchos casos.
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