jueves, 2 de julio de 2009

HONDURAS: DEMOCRACIA O CONSPIRACION

El mundo entero ha reaccionado con preocupación ante los acontecimientos ocurridos este fin de semana en la hermana república de Honduras. La comunidad Internacional ha rechazado unánimemente el golpe de Estado al menos en sus declaraciones públicas, habrá que ver ahora el grado de compromiso real con el restablecimiento de la institucionalidad y la restitución del poder al Presidente Zelaya.

La situación plantea un desafío a las instancias multilaterales, que deberán demostrar que funcionan. Se trata de la prueba de fuego para la Organización de Estados Americanos (OEA), que deberá acallar las diversas críticas y cuestionamientos de que ha sido objeto en los últimos tiempos. Si las instituciones multilaterales no funcionan en esta oportunidad, habrá que cuestionar su razón de ser.

Para los gobiernos y sociedades de la región, se trata de una señal de alerta que pone sobre la mesa, la diferencia entre ganar las elecciones y tener el poder político. Pensar que vivimos en democracia porque vamos a votar, es un tremendo error. Vivimos una democracia prestada que permite a los partidos políticos, en el mejor de los casos, la alternabilidad en el ejercicio del poder formal, pero el verdadero poder político sigue en las manos de siempre.

Para la inmensa mayoría de la población, los hechos citados, no pueden más que plantear una serie de interrogantes:

¿Como puede un vuelo atravesar Nicaragua y aterrizar en Costa Rica, sin una mínima coordinación logística?

¿Desde cuándo se venía planeando el golpe por parte de los implicados?

¿Sabía la Inteligencia de la Base Militar de Palmerola y otras instalaciones militares norteamericanas en Honduras, lo que se estaba planificando?

¿Tiene este golpe conexión con los acontecimientos recientes en Guatemala y otros grupos políticos en la región ?

¿Tendrá relación la visita no oficial a El Salvador, del presidente de Guatemala días antes del golpe?

¿Ejercerá Estados Unidos una verdadera presión diplomática y política para restablecer el orden constitucional en Honduras?

¿Cual fue el papel de los medios de Comunicación en la preparación del ambiente político antes, durante y después del golpe?

Estas y muchas otras preguntas podrán tener respuestas diversas, y permitirnos todo tipo de especulaciones. Lo que no puede negarse es que la desintegración de la sociedad que se alienta con acontecimientos como los comentados, ponen en evidencia que el subdesarrollo no es cuestión de ingresos, sino de cultura y madurez política de los lideres.
Instituto para el desarrollo integral (I.N.D.I.)