jueves, 26 de mayo de 2016

La incompetencia gerencial y el daño a la sociedad

Por. Salvador Rodríguez González


Existe un mal moderno que hace mucho daño a la sociedad y que a la vez, alimenta la corrupción; todos lo sufrimos pero no realizamos su daño, me refiero a la “incompetencia gerencial”, vista como la incapacidad de gestionar organizaciones públicas y privadas, que logren los resultados deseados. Gary Hammel  dice que el desarrollo de herramientas de Management  es el mayor invento de la humanidad, ya que no podrían existir las grandes corporaciones y estados bien gobernados, sin el auxilio de las herramientas de gestion desarrolladas a la fecha.
¿Qué sucede en nuestro medio? La gestion es vista por muchos, como una cuestión de lógica que no necesita aprenderse; todavía muchos piensan que basta con tener los recursos, y relaciones adecuadas, para gestionar cualquier negocio y a nivel gobierno, quien mas sudo la camiseta durante la campaña debe ser ministro, este es el paradigma. Lastimosamente las facturas siempre las paga el mismo cliente, vía precio en unos y vía mal servicio en los otros.
Gestionar organizaciones significa, lograr organizaciones que funcionen con efectividad y eficiencia, en el corto y largo plazo. Equivale a decir: Que satisfagan las necesidades y soluciones los problemas de sus clientes o usuarios, utilizando el mínimo de recursos para ello. Que anticipen futuras necesidades, preparándose con antelación para responder cuando estas surjan y además, que genere conciencia orgánica entre sus miembros, para trabajar unidos hacia un fin comúnmente aceptado.
El gobierno es la organización más complicada de gestionar en cualquier país y requiere líderes con elevadas competencias en gestion y los equipos gerenciales mejor calificados del país; Tal como sucede en Singapur, donde el funcionario público es el mejor pagado y dignificado, aun si lo comparamos con gerentes de la empresa privada; quizás por ello Singapur figura entre los países menos corruptos y más competitivos del mundo, superando a los EEUU en los últimos años.
Si la corrupción es cara, la incompetencia gerencial lo es mucho más. Si contabilizáramos el desperdicio de recursos que provocan: los atascos del tráfico; las protestas por mal servicio de instituciones; el tiempo perdido en  largas colas en ministerios, hospitales y alcaldías; las pérdidas de dinero y negocios por trámites burocráticos en aduanas, juzgados e instituciones reguladoras; la seguridad social ineficiente, que junto a los hospitales públicos deterioran mas la salud, por acción u omisión, dañando simultáneamente al trabajador y a la empresa… etc. Además, esto abona el terreno a la corrupción, por lo que si cuantificáramos el daño que recibe el país, tendríamos cifras alarmantes y lo que es peor…
  “La incompetencia gerencial, genera más incompetencia gerencial y mas corrupción”

La mala praxis gerencial debería ser penada como delito de lesa patria; al igual que se castiga a los padres que ponen en peligro la vida de sus hijos o al motorista ebrio que amenaza la seguridad del transeúnte, igual debería castigarse a los líderes que arriesgan la vida de su pueblo y deberían pagar por sus errores. Solo así, después de las elecciones los activistas dudarían en pretender o aceptar un cargo público, para el cual no tienen las competencias necesarias. Al gerente privado lo castiga el mercado, por eso los monopolios y oligopolios contaminan el mercado; aunque el peor escenario es cuando el interés del negocio se junta con el cargo público, entonces se institucionaliza la corrupción.

"El mayor peligro de engañar a los demás está en que uno acaba inevitablemente, por engañarse a sí mismo."                Eleonora Dose