miércoles, 24 de agosto de 2016

Los problemas cotidianos se resuelven con conocimiento y decisión política.

Por Salvador Rodriguez González.

Los Babyboomers hemos sido testigos de los cambios disruptivos experimentados en el país y el mundo, desde mediados del siglo pasado; siempre nos hemos quejado de la lentitud con que en el país, nos adaptamos a ese cambio global. Hoy en día, la velocidad del cambio global, amplia cada vez más la brecha entre los países ricos y los que se vuelven más pobres, como el nuestro.

¿Por qué? No aprendemos a usar el conocimiento científico y tecnológico disponible globalmente, en la solución práctica de nuestros problemas y necesidades.
Tomemos como ejemplo “La gestión del tráfico vehicular” este ha sido siempre un problema local; muchos intentos se hicieron en el pasado y la situación actual no puede ser peor; tuve la suerte de coordinar la mecanización del control de vehículos en los años 70 y la lucha contra el poder político y económico imperante, fue muy dura. Los intereses del momento se sentían amenazados y se oponían al orden y control, como sucede con todo cambio tecnológico, sin embargo se logró mecanizar el sistema de cardex existente; aunque después, el sistema mecanizado pasó como negocio a manos privadas.

Pocos realizamos la trascendencia y el desperdicio de recursos que representa para el país, el caos vehicular que a diario vivimos. El combustible malgastado en atascos; los choques frecuentes; los repuestos innecesarios por desgaste acelerado; el lucrativo negocio de maquillar carros chocados y venderlos como joyas; el tiempo perdido y afectaciones a la salud; los subsidios a transportistas irresponsables, que junto a los sueldos de funcionarios y empleados, que nada hacen por resolver el problema…etc. nos debería a llamar a declarar un colapso en el sistema y a una emergencia nacional en el transporte. 
Son miles de millones de dólares que tiramos los salvadoreños a la basura y que mucha falta nos hacen para combatir la pobreza.

Mientras nosotros vemos como parte del paisaje esta situación, en otros países se construyen: patines motorizados; carros autónomos, sin conductor; autobuses que se levantan y sobrepasan en los atascos; carreteras eléctricas; bicicletas que vuelan y lo último, Airbus promete para el 2017, a nivel de pilotaje: taxis voladores autónomos para la ciudad del futuro.

Aplicar el conocimiento científico -  tecnológico y la innovación en la solución de nuestros problemas y mejorar nuestras vidas es un Reto para todos: Gobierno; académicos; empresarios; ciudadanos y cooperantes.


“En tiempos de cambio, quienes estén abiertos al aprendizaje se adueñaran del futuro, mientras que aquellos que creen saberlo todo, estarán bien equipados para un mundo que ya no existe”.   Erick Hoffer