viernes, 9 de septiembre de 2016

¿Sera Guardiola la solución para nuestro fútbol?

                                                                                                                                                                                                                  Por. Salvador Rodríguez González

Un periódico del día destacaba: “…Tras la salida de Maradiaga, ahora el reto de la Fesfut es encontrar a su sucesor para la Copa Uncaf 2017, que se disputará en Panamá”. Me hizo recordar lo que me dijo alguien en una ocasión: los médicos entierran sus errores, los gerentes despiden a la gente”. Que fácil resuelven sus errores los dirigentes del fútbol; solo falta que propongan traer a Pep Guardiola para garantizar futuros resultados.

Pero ¿Qué resultados podrían lograr Guardiola o Mourinho, si el sistema y los recursos con que trabajarían es el mismo que han tenido todos los entrenadores que antecedieron a Maradiaga? Iguales resultados. Y si  como menciona este periódico, los resultados del Primi fueron acompañados de: “… huelga y renuncia de jugadores, falta de canchas y tiempo para preparar de forma óptima a la selección, además de la falta de gestión administrativa por los directores de la Fesfut así como las negaciones del préstamo de jugadores para los micro ciclos de entrenamiento”. Concluyo que un nuevo entrenador, solo crearía nuevas falsas expectativas a la afición y no sería una solución.

Ha sido injusto culpar solo al Primi y a los jugadores de los resultados negativos e ignorar su esfuerzo y las adversidades que sortearon. Sabemos que es un paradigma en nuestro medio, quitar al entrenador después de tres perdidas consecutivas; en esta eliminatoria, fueron cinco entrenadores los destituidos y los resultados no variaron. ¿Después de cuantos fracasos se deberían cambiar a los dirigentes del fútbol?. Aun así, el problema es muy complejo y los resultados serían los mismos, si no renovamos el SISTEMA.

Las ligas menores; entrenadores; jugadores; árbitros; dirigentes de clubes; aficionados; prensa deportiva; federativos; FIFA; CONCACAF; Políticos; Gobierno; empleados administrativos…etc. Son los que conforman el Sistema Fútbol y cada uno tiene cierto grado de responsabilidad en los resultados negativos y a la vez, son los únicos que pueden cambiarlos. Un solo sector no podria cambiar el sistema, necesita el concurso de todos los componentes del sistema y este si es nuestro gran problema: "Aprender a trabajar juntos y tomar decisiones juntos" 

Costa Rica hizo un alto en el camino hace pocos años y hoy se pasea en los mundiales con orgullo. Quizá llego el tiempo para que los aficionados se organicen y exijan una transformación integral del fútbol; no es posible que se sigan tomando decisiones por conveniencia y costumbre. Merecemos un mejor fútbol y a esta selección, midámosla no por los resultados, sino por la garra y calidad mostrada; ellos podrian ser el inicio del proceso, reconozcamos que México y Canadá necesitaron la mano arbitral para doblegarlos. Seamos justos con nuestra gente.


No es Guardiola la solución, somos nosotros el problema y a la vez la única solución.

miércoles, 24 de agosto de 2016

Los problemas cotidianos se resuelven con conocimiento y decisión política.

Por Salvador Rodriguez González.

Los Babyboomers hemos sido testigos de los cambios disruptivos experimentados en el país y el mundo, desde mediados del siglo pasado; siempre nos hemos quejado de la lentitud con que en el país, nos adaptamos a ese cambio global. Hoy en día, la velocidad del cambio global, amplia cada vez más la brecha entre los países ricos y los que se vuelven más pobres, como el nuestro.

¿Por qué? No aprendemos a usar el conocimiento científico y tecnológico disponible globalmente, en la solución práctica de nuestros problemas y necesidades.
Tomemos como ejemplo “La gestión del tráfico vehicular” este ha sido siempre un problema local; muchos intentos se hicieron en el pasado y la situación actual no puede ser peor; tuve la suerte de coordinar la mecanización del control de vehículos en los años 70 y la lucha contra el poder político y económico imperante, fue muy dura. Los intereses del momento se sentían amenazados y se oponían al orden y control, como sucede con todo cambio tecnológico, sin embargo se logró mecanizar el sistema de cardex existente; aunque después, el sistema mecanizado pasó como negocio a manos privadas.

Pocos realizamos la trascendencia y el desperdicio de recursos que representa para el país, el caos vehicular que a diario vivimos. El combustible malgastado en atascos; los choques frecuentes; los repuestos innecesarios por desgaste acelerado; el lucrativo negocio de maquillar carros chocados y venderlos como joyas; el tiempo perdido y afectaciones a la salud; los subsidios a transportistas irresponsables, que junto a los sueldos de funcionarios y empleados, que nada hacen por resolver el problema…etc. nos debería a llamar a declarar un colapso en el sistema y a una emergencia nacional en el transporte. 
Son miles de millones de dólares que tiramos los salvadoreños a la basura y que mucha falta nos hacen para combatir la pobreza.

Mientras nosotros vemos como parte del paisaje esta situación, en otros países se construyen: patines motorizados; carros autónomos, sin conductor; autobuses que se levantan y sobrepasan en los atascos; carreteras eléctricas; bicicletas que vuelan y lo último, Airbus promete para el 2017, a nivel de pilotaje: taxis voladores autónomos para la ciudad del futuro.

Aplicar el conocimiento científico -  tecnológico y la innovación en la solución de nuestros problemas y mejorar nuestras vidas es un Reto para todos: Gobierno; académicos; empresarios; ciudadanos y cooperantes.


“En tiempos de cambio, quienes estén abiertos al aprendizaje se adueñaran del futuro, mientras que aquellos que creen saberlo todo, estarán bien equipados para un mundo que ya no existe”.   Erick Hoffer

lunes, 25 de julio de 2016

¿Estamos en una sociedad de los 70´s?

Por. Salvador Rodriguez González
Cuando Mauricio Funes creo el Vice Ministerio de Ciencia y Tecnología dentro del Ministerio de Educación, me alegré mucho; aunque dudé que esta fuera una decisión seria, pues el nivel jerárquico de tercera categoría asignado, impediría que la CC y TT lograra superar los obstáculos de la Burocracia, para convertirse en el eje transversal que dinamizara todas las áreas de actividad económica y social del país, como ocurre en todo país del siglo XXI.
Casi 8 años después vemos con mucha lástima, que tal creación, más bien fue para cumplir un requisito de los cooperantes, que una conciencia clara de nuestros líderes políticos, sobre construir un nuevo modelo de desarrollo basado en la CC y TT. Es por ello que cada vez nos alejamos del resto de países de la región, ya no digamos del mundo, pues hasta los africanos están adaptándose al nuevo mundo basado en el conocimiento y la innovación.
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde participó recientemente en un simposio sobre políticas fiscales en la ciudad de Chengdu, China, previo a la reunión de ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales del G20 y en su discurso expreso:
"Las políticas impositivas tienen que estar bien orientadas, centrarse en investigación y desarrollo, transferencia tecnológica e innovación empresarial". “Además, se mostró partidaria de los incentivos impositivos, así como otras políticas de estímulo más generales, para impulsar la innovación de los emprendedores”.
Y nosotros ¿permanecemos en  una sociedad de los años 70´s? Quizás SI.
Mientras el mundo se basa en el descubrimiento y aplicación del conocimiento en la solución de sus problemas vitales, en nuestros países seguimos creyendo que de la explotación de los recursos naturales, debe depender la calidad de vida de nuestra gente. Un ex ministro de economía se atrevió a recomendar que sembráramos loroco en nuestras casas y lograríamos salir de la pobreza.
Por otro lado, las discusiones entre políticos y letrados siguen basándose en: quien es el más corrupto; estadísticas de homicidios; si el PIB subió o bajo 1/2 punto; acusaciones de comunistas y oligarcas;  medidas asistencialistas para los más débiles, no en facilitarles herramientas para mejorar su calidad de vida; ineficiencia de las instituciones públicas; gobiernos y oposición mantienen batallas estériles sobre quien tiene la solución, sin entender que individualmente ninguno  la tiene y que siempre estarán en conflicto, si antes no deciden trabajar juntos y ponerse de acuerdo, sobre cuales son los problemas prioritarios del país.
“La formulación de un problema, es más importante que su solución” . Albert Einstein.
Un amigo me decía recientemente: “En los años 70´s, la izquierda fabricaba crisis cuando era oposición y se planteaba como la esperanza de los débiles, pero sigue actuando igual cuando es gobierno; sigue creando crisis para mantenerse en el poder y piensa que la gente sigue creyéndoles. La derecha por su parte, cerraba los espacios y construía círculos pequeños de poder y riqueza que al final explotaron, por la ambición desmedida de pocos y la corrupción descarada que provocaron”.
Las palabras de mi amigo deben llamar a reflexión, no solo porque expresan nuestra  historia reciente, sino porque en el mundo desapareció la lucha anticomunista; la gente está mejor informada; los recursos naturales han sido igualados y superados por el uso del conocimiento, para satisfacer las necesidades humanas...etc. Estamos ante un cambio disruptivo en las sociedades; algunos no se han dado cuenta o no quieren y luchan por conservar sus antiguos privilegios; es por ello que debemos transformar todas nuestras organizaciones enfocándolos al bien común y ya no hay tiempo; cambiemos de mentalidad y subámonos al tren de esta nueva realidad.
El viejo adagio detenerse es estancarse hoy se traduce en: detenerse es retroceder. Estamos en el 2016 y algunos seguimos en los años 70´s.
Líderes  políticos, empresariales, académicos, religiosos, sindicales…etc. recuerden que hoy es su oportunidad para demostrar vuestra valía; el reto es transformar el país y eso inicia transformando vuestros paradigmas de gestión, y a sus organizaciones. Hoy es la oportunidad, no tendrán otra, pues como dijo Eduardo Portela, Ex Ministro de Educación en Brasil,
“Yo no soy ministro; tan sólo estoy ministro”.


jueves, 26 de mayo de 2016

La incompetencia gerencial y el daño a la sociedad

Por. Salvador Rodríguez González


Existe un mal moderno que hace mucho daño a la sociedad y que a la vez, alimenta la corrupción; todos lo sufrimos pero no realizamos su daño, me refiero a la “incompetencia gerencial”, vista como la incapacidad de gestionar organizaciones públicas y privadas, que logren los resultados deseados. Gary Hammel  dice que el desarrollo de herramientas de Management  es el mayor invento de la humanidad, ya que no podrían existir las grandes corporaciones y estados bien gobernados, sin el auxilio de las herramientas de gestion desarrolladas a la fecha.
¿Qué sucede en nuestro medio? La gestion es vista por muchos, como una cuestión de lógica que no necesita aprenderse; todavía muchos piensan que basta con tener los recursos, y relaciones adecuadas, para gestionar cualquier negocio y a nivel gobierno, quien mas sudo la camiseta durante la campaña debe ser ministro, este es el paradigma. Lastimosamente las facturas siempre las paga el mismo cliente, vía precio en unos y vía mal servicio en los otros.
Gestionar organizaciones significa, lograr organizaciones que funcionen con efectividad y eficiencia, en el corto y largo plazo. Equivale a decir: Que satisfagan las necesidades y soluciones los problemas de sus clientes o usuarios, utilizando el mínimo de recursos para ello. Que anticipen futuras necesidades, preparándose con antelación para responder cuando estas surjan y además, que genere conciencia orgánica entre sus miembros, para trabajar unidos hacia un fin comúnmente aceptado.
El gobierno es la organización más complicada de gestionar en cualquier país y requiere líderes con elevadas competencias en gestion y los equipos gerenciales mejor calificados del país; Tal como sucede en Singapur, donde el funcionario público es el mejor pagado y dignificado, aun si lo comparamos con gerentes de la empresa privada; quizás por ello Singapur figura entre los países menos corruptos y más competitivos del mundo, superando a los EEUU en los últimos años.
Si la corrupción es cara, la incompetencia gerencial lo es mucho más. Si contabilizáramos el desperdicio de recursos que provocan: los atascos del tráfico; las protestas por mal servicio de instituciones; el tiempo perdido en  largas colas en ministerios, hospitales y alcaldías; las pérdidas de dinero y negocios por trámites burocráticos en aduanas, juzgados e instituciones reguladoras; la seguridad social ineficiente, que junto a los hospitales públicos deterioran mas la salud, por acción u omisión, dañando simultáneamente al trabajador y a la empresa… etc. Además, esto abona el terreno a la corrupción, por lo que si cuantificáramos el daño que recibe el país, tendríamos cifras alarmantes y lo que es peor…
  “La incompetencia gerencial, genera más incompetencia gerencial y mas corrupción”

La mala praxis gerencial debería ser penada como delito de lesa patria; al igual que se castiga a los padres que ponen en peligro la vida de sus hijos o al motorista ebrio que amenaza la seguridad del transeúnte, igual debería castigarse a los líderes que arriesgan la vida de su pueblo y deberían pagar por sus errores. Solo así, después de las elecciones los activistas dudarían en pretender o aceptar un cargo público, para el cual no tienen las competencias necesarias. Al gerente privado lo castiga el mercado, por eso los monopolios y oligopolios contaminan el mercado; aunque el peor escenario es cuando el interés del negocio se junta con el cargo público, entonces se institucionaliza la corrupción.

"El mayor peligro de engañar a los demás está en que uno acaba inevitablemente, por engañarse a sí mismo."                Eleonora Dose

miércoles, 13 de abril de 2016

POLITICOS… AL CONSENSO

Por. Salvador Rodríguez González
Como dice una canción “Ayer tuve un sueño, fue sensacional”. Los políticos en El Salvador al fin lograban trabajar juntos, uniendo esfuerzos para resolver los graves problemas del país; quizás fue porque leí  la noticia de que hubo consenso en la Asamblea Legislativa, al aprobar las medidas contra la delincuencia.
¿Cómo hacer del consenso una práctica permanente? El país lo URGE.
Los políticos y quienes tomas decisiones importantes deben realizar, que los intereses particulares solo se alcanzan y sostienen, si los intereses generales son cubiertos; que las victorias coyunturales, logradas con triquiñuelas y aritmética legislativa, les benefician en el corto plazo, pero siempre pasan la factura en el largo plazo.
Deben reconocer que El Salvador está tocando fondo; el sistema esta colapsando, porque todos sus componentes se deterioran aceleradamente. Los políticos deben entender que son el sector más despreciado por la población y que las condiciones están dadas para que de la noche a la mañana surjan figuras como Fujimori, Toledo… o partidos como Podemos y Ciudadanos en España; en otras palabras, sus posiciones peligran pues tienen causas de raíz: es cierto, la derecha abusó en el pasado y la gente no les perdona; pero la izquierda cada día demuestra que gobernar no es su mayor fortaleza y el pueblo, que a diario sufre las consecuencias, ya lo advirtió. Por lo tanto, los políticos deben trabajar juntos y reconocer un interés común: “supervivencia”.
¿Cuál es el principal obstáculos? No pueden trabajar juntos.
Independientemente de su color partidario, es común ver el desperdicio de tiempo y energías que se produce en las reuniones entre políticos; además es fácil ver cómo surge el conflicto destructivo, dada la forma en que se desarrollan. Algunos rasgos típicos: Inician sin definir el problema y cada uno lo entiende a su manera, por lo que acordar soluciones resulta difícil; llegan con posiciones rígidas y tratan de imponerlas; hay falta de claridad en lo que se pretende; reina la desconfianza; prevalece el interés particular, no la razón, ni el interés del país; como las decisiones se toman por mayoría, los que pierden luchan por boicotear la implementación de los acuerdos…etc.
Existen detalles que son claves para llegar a consensos, pero por ser metodológicos, no son justamente apreciados y son,  los que al final, alimentan el conflicto, ejemplos:  Inician con una agenda pero cualquiera se sale del tema; algunos hablan por celulares, con el vecino o firman documentos y no se concentran en la reunión; se da vueltas alrededor de un tema y nunca se aterriza; surgen conflictos entre personas, insultos directos e indirectos, que al final impiden el acuerdo; uso de la palabra sin control, varios hablan a la vez; el tiempo no es regulado, hay quienes no “sueltan la guitarra” y otros no hablan, pero se oponen a todo; algunos llegan tarde o se levantan y luego hay que explicarles de nuevo lo tratado; alguna  gente se retira temprano, a veces para darse importancia y los que se quedan, toman decisiones apresuradas, de mala calidad o difíciles de implementar… ¿Resultado?: Baja productividad que desalienta el trabajo futuro; crece la desconfianza y surgen nuevos problemas que complican el panorama que se pretendía cambiar. Continuar trabajando en esta forma, producirá siempre los mismos resultados.
Una vía de solución es convencer a los políticos que les conviene aprender nuevas formas de trabajo sinérgico; desaprender viejas prácticas basadas en el trinquete y la aritmética legislativa; dar espacio a la razón para construir una visión de país compartida. Alguien decía: Hemos vivido en el pasado, muchos intentos de trabajar juntos que fueron efímeros y fracasaron. Si reflexionamos, la causa principal de ese fracaso es que trataron de hacerlo de la misma forma y con los mismos antivalores que aun prevalecen entre políticos. Ya no hay tiempo para repetir errores, el país ya no aguanta y los políticos, si no cambian sus viejas prácticas, provocarán o el surgimiento de una nueva corriente política, mas enfocados a la gente, que a su partido; el terreno ya esta fertilizado y la sociedad civil está despertando.
Lógicamente, cambiar viejas prácticas no será fácil: los diversos intereses de grupos; los diferentes estilos personales; las distintas percepciones de la realidad y los antivalores practicados por tanto tiempo, son obstáculos difíciles de vencer y son enemigos naturales del consenso. Deben buscarse metodologías que disciplinen la interacción; nutran la confianza y el respeto mutuo entre las partes, mientras se facilita la identificación de intereses comunes que faciliten el consenso. Generar consensos continuando con la misma forma de trabajo es una utopía. No hay opción POLITICOS… AL CONSENSO.

“Siempre debes dejar una salida, para que tu oponente nunca se sienta humillado o la próxima vez, enfrentarás un enemigo mucho más decidido.  Dr. Ichak  Adizes