Por. Ricardo
Cardona Alvarenga
Si bién Existe la creencia generalizada de que éste
principio de la ley de atracción magnética se aplica tambien a las relaciones
personales, de acuerdo con importantes estudios realizados, esto no es del todo
cierto al concluir:
---“en la práctica estas relaciones no son tan fructuosas como cree el imaginario
colectivo.”--- *1
Dichos estudios se refieren a las
relaciones de pareja pero, que pasa en la política?
Será que los intereses particulares,
las necesidades cotidianas y las emociones, superan las barreras ideológicas
hasta los límites de la ética?
Y
es que, aunque en la edad adulta esto resulta difícil de asimilar, toda persona tiene derecho a cambiar su manera de pensar, no así a
utilizar información privilegiada y la confianza alguna vez depositada en su
persona para hacer el juego a la oposición. Y no me refiero a la pertenencia
partidaria sino a la convicción ideológica.
Como
se explica entonces que de repente, los peores enemigos de una fuerza política
son los que en el pasado fueron sus aliados, y no se cuestiona su derecho a
cambiar de bando sino a utilizar información y posiciones de privilegio para
arremeter contra sus antiguos compañeros. Situación que sabiamente define la
cultura popular con la frase “La cuña para que apriete debe ser del mismo
palo”
Afortunadamente
la naturaleza establece compensaciones naturales compatibles con la ley del
péndulo, cuanto más a un extremo lo forcemos más lejos llegara su oscilación
hasta el otro extremo. Y de nuevo en la política se cumple a su manera esta
condición.
Así
vemos que algunos de los más acérrimos críticos de una fuerza determinada,
ahora, una vez superado el momento crítico, comienzan a matizar sus posiciones
y a justificar sus palabras con interpretaciones semánticas.
¿Se
tratará de volver al redil?.... razones sobran ¡!!!
¡Ah
mis amigos!, la historia en su desarrollo suaviza y disfraza, incluso
perdona, pero no olvida.
“El
que tenga oídos, que oiga”
-Mateo 13, 1-9_
*1-lamenteesmaravillosa.com
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