Ante esta situación, cualquier gobierno necesitará el
concurso de diversas fuerzas sociales,
actores económicos y liderazgos
políticos, para garantizar una base mínima de estabilidad que permita sentar
las bases de un proceso de recuperación.
Esta realidad impone la necesidad de que las principales
fuerzas políticas sean capaces de establecer un acuerdo de principios en temas
sustantivos, como única forma de subsistencia que marque el rumbo del despegue para
un proceso de crecimiento sostenido y bienestar incremental de la inmensa
mayoría de salvadoreños.
No se trata de alianzas que fortalezcan una opción en contra
de la otra, se trata de una única opción de país. No se trata ya de izquierdas
y derechas, se trata de pasado frente a futuro, de realidad frente a ficción,
de estancamiento frente a crecimiento y de gobernanza frente a polarización.
Ante esa realidad un grupo de ciudadanos independientes de
diversos estamentos de la sociedad civil representada en el “Instituto
para el Desarrollo Integral”, ofrece una propuesta temática y una metodología de construcción de acuerdos que
le permitan al país transitar hacia la estabilidad y el bienestar, definir el
rumbo a seguir en los próximos años para arribar al 2021, año del bicentenario
de la independencia, en condiciones favorables.
No se trata de renunciar a principios e ideologías ni a
preferencias sistémicas, se trata de un pragmatismo consecuente que sobre la
base de propuestas técnicas y escenarios realistas y con el concurso de todos,
permitan construir un futuro promisorio
para la población durante los próximos 25 años.
Las variadas ofertas de “Un Gran Acuerdo Nacional”, un “Pacto
de Estado”, un “Proyecto Unidad Nacional”, Una “Construcción Conjunta” y otras
similares tienen la oportunidad de manifestar una voluntad política de
acercamiento para buscar puntos de coincidencia sobre asuntos urgentes de la
realidad nacional.
El Sistema de Pensiones, la seguridad ciudadana, la política
monetaria y fiscal, entre otros, son temas que requieren decisiones urgentes en
el corto plazo.
Otros temas relevantes como Educación, Salud, Recursos
hídricos, Tecnología, Productividad y cambio climático, requerirán también
decisiones trascendentes y políticas públicas de acuerdo mínimo.
No se plantean pues, en esta propuesta, soluciones únicas ni excluyentes,
tampoco se ofrecen garantías de acuerdos
en todos los temas, solo se pide la voluntad política de acercamiento, diálogo
y compromiso para concertar e impulsar soluciones efectivas a los grandes
problemas del país. Es un compromiso de
todos.
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