Por. Ricardo Cardona Alvarenga
El Salvador es un caso de estudio para los mas acuciosos investigadores. Con escaso territorio, alto indice de población insuficientemente capacitada, una industria escasa y tecnológicamente atrasada, una agricultura desmantelada, un régimen de pensiones estructuralmente insostenible, índices de pobreza absoluta y relativa comparables a los mas bajos estándares internacionales, alto nivel de precios de la canasta básica, escaso desarrollo humano......y podría seguir....
Presenta no obstante un desarrollo financiero envidiable, altos índices de liquidez bancaria con altos niveles de rentabilidad , altísimos niveles de consumo y una economía "dolarizada" que lo deja a merced del sistema de recaudación fiscal para financiar el presupuesto nacional.
Cualquiera diría que no puede tratarse del mismo país, pero sí precisamente se trata de nuestro querido y sufrido El Salvador, cuya subsistencia en tal nivel de contradicción solo puede explicarse a partir de dos premisas: por un lado la enorme capacidad de resistencia que ha caracterizado a nuestro pueblo desde épocas de la colonia y por otro lado el generoso flujo de remesas que, mal contados, ronda los tres mil setecientos millones al año.
Entre esas dos premisas surca, como una especie de catalítico amortiguador, el aporte de la clase media trabajadora . Me refiero a los empleados públicos y municipales, a los trabajadores de bancos, fabricas. (pocas), almacenes (muchos), profesionales independientes y trabajadores por cuenta propia, micro empresarios y en general a todo aquel que paga impuestos y prácticamente sostiene el funcionamiento de la economía en su mas elemental concepción.
Solo asi se explica que el país no haya sucumbido ante la gravedad del fenómeno y esto, por supuesto, por no tocar el tema de la seguridad que agrava la realidad descrita.
Por eso, escuchar propuestas como la de incrementar el iva como paliativo a la crisis fiscal, a veces por ignorancia, lo que se puede perdonar pero no aceptar, no puede mas que movernos a risa, mas bien a llanto, de que haya tan malos hijos de la patria, pues en algunos casos la citada ignorancia no es la excusa creíble.
Y mientras tanto, nos pasamos la vida discutiendo cosas menos importantes para la vida del país..... Esto es en realidad lo que nos convierte en caso de estudio.
Y como dice un viejo adagio " boga la nave"
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