Por. Salvador Rodríguez González
Existe un mal moderno que hace mucho daño a la sociedad y
que a la vez, alimenta la corrupción; todos lo sufrimos pero no realizamos su
daño, me refiero a la “incompetencia gerencial”, vista
como la incapacidad de gestionar organizaciones públicas
y privadas, que logren los resultados deseados. Gary Hammel dice que el desarrollo de herramientas de Management es el mayor invento de la humanidad, ya que
no podrían existir las grandes corporaciones y estados bien gobernados, sin el
auxilio de las herramientas de gestion desarrolladas a la fecha.
¿Qué sucede en nuestro medio? La gestion es vista por
muchos, como una cuestión de lógica que no necesita aprenderse; todavía muchos
piensan que basta con tener los recursos, y relaciones adecuadas, para gestionar
cualquier negocio y a nivel gobierno, quien mas sudo la camiseta durante la
campaña debe ser ministro, este es el paradigma. Lastimosamente las facturas
siempre las paga el mismo cliente, vía precio en unos y vía mal servicio en los
otros.
Gestionar organizaciones significa, lograr organizaciones
que funcionen con efectividad y eficiencia, en el corto y largo plazo. Equivale
a decir: Que satisfagan las necesidades y soluciones los problemas de sus
clientes o usuarios, utilizando el mínimo de recursos para ello. Que anticipen
futuras necesidades, preparándose con antelación para responder cuando estas
surjan y además, que genere conciencia orgánica entre sus miembros, para
trabajar unidos hacia un fin comúnmente aceptado.
El gobierno es la organización más complicada de gestionar
en cualquier país y requiere líderes con elevadas competencias en gestion y los
equipos gerenciales mejor calificados del país; Tal como sucede en Singapur,
donde el funcionario público es el mejor pagado y dignificado, aun si lo
comparamos con gerentes de la empresa privada; quizás por ello Singapur figura
entre los países menos corruptos y más competitivos del mundo, superando a los
EEUU en los últimos años.
Si la corrupción es cara, la incompetencia
gerencial lo es mucho más. Si contabilizáramos el desperdicio de
recursos que provocan: los atascos del
tráfico; las protestas por mal servicio de instituciones; el tiempo perdido
en largas colas en ministerios,
hospitales y alcaldías; las pérdidas de dinero y negocios por trámites
burocráticos en aduanas, juzgados e instituciones reguladoras; la seguridad
social ineficiente, que junto a los hospitales públicos deterioran mas la
salud, por acción u omisión, dañando simultáneamente al trabajador y a la
empresa… etc. Además, esto abona el terreno a la corrupción, por lo que si
cuantificáramos el daño que recibe el país, tendríamos cifras alarmantes y lo
que es peor…
“La incompetencia gerencial,
genera más incompetencia gerencial y mas corrupción”
La mala praxis gerencial debería ser
penada como delito de lesa patria; al
igual que se castiga a los padres que ponen en peligro la vida de sus hijos o al
motorista ebrio que amenaza la seguridad del transeúnte, igual debería
castigarse a los líderes que arriesgan la vida de su pueblo y deberían pagar
por sus errores. Solo así, después de las elecciones los activistas dudarían en
pretender o aceptar un cargo público, para el cual no tienen las competencias
necesarias. Al gerente privado lo
castiga el mercado, por eso los monopolios y oligopolios contaminan el mercado;
aunque el peor escenario es cuando el interés del negocio se junta con el cargo
público, entonces se institucionaliza la corrupción.
"El mayor peligro de engañar a los demás está en
que uno acaba inevitablemente, por engañarse a sí mismo." Eleonora Dose
1 comentario:
Efectivamente se trata de superar los errores del pasado, lamentablemente la idea de "ahora es mi turno" pareciera privar mas que el sentido común... Felicidades, excelente artículo,...
Publicar un comentario