Políticos y Tecnócratas a dirigir Burócratas
Lic. Salvador Rodríguez Gonzalez
Mayo 2009
Burócrata: Funcionario público administrativo (Diccionario de la Lengua Española) ; Persona que Ocupa un cargo publico (Diccionario Larousse)
A diferencia del gabinete conformado por el Presidente Saca, en el que abundaron empresarios y ejecutivos de empresas privadas, hoy han sido llamados a integrar el gabinete del Presidente Funes: políticos y tecnócratas.
Igual que ayer surgen algunas interrogantes lógicas ¿Podrán dominar a los burócratas?, ¿Cuánto aguantaran, antes de someterse y disfrutar el paisaje que los burócratas muestran?, ¿Tienen clara la diferencia de su nuevo rol? Si antes eran críticos y tenían las soluciones a flor de labio, hoy les tocara implementarlas y aprender a escuchar a los demás.
“No es lo mismo verla de lejos, que platicar con ella” dice un viejo adagio popular.
No es fácil ese desdoblamiento y mucho menos para los que nunca han tenido el poder y creen a ciegas que tienen siempre la razón; los tecnócratas consideran que sus conocimientos son suficientes y lo saben todo; los políticos, que sus trucos y verborrea trillada bastan para gobernar bien, mientras que los burócratas saben, que ya antes pasaron muchos jefes a quienes ellos doblaron el brazo. Es interesante ver las sonrisas burlonas en los ministerios, cuando los nuevos funcionarios llegan hablando de arreglarlo todo.
No hay duda que nos vienen tiempos interesantes y los salvadoreños vamos a pagar la factura de este nuevo aprendizaje; “si los empresarios fracasaron, talvez estos logran algo” me decía una vendedora en el mercado central.
Si bien debemos mantener la fe, para entender sus yerros humanos, tolerar sus desenfoques y su ignorancia sobre el manejo de la cosa publica, debemos también vigilar sus intenciones y ayudarles cuando nos toque.
Se necesita humildad en todos, para enfrentar los nuevos retos, especialmente en los nuevos funcionarios, quienes para auto controlar su gestión, deben definir parámetros de satisfacción de necesidades en la comunidad a la que sirven y entender que su cliente no es el Presidente, sino la población y que al servirle bien a esta, cumplirán la misión encomendada por el Presidente.
Es interesante observar, como el Presidente Funes esta alimentando un nuevo vocabulario popular, en el que suenan con frecuencia las palabras: consenso, dialogo, interés social, mesas de trabajo, comisiones de reestructuración...etc. Todas ellas indican que un nuevo fenómeno de gestión publica esta germinando, apoyémoslo y alimentémoslo con participación sincera, el país lo necesita.
Sin afán de lucir pesimista, sino conciente de la realidad, debo señalar algunos peligros que pueden echar al traste las buenas intenciones del Sr. Presidente de la Republica:
1) La falta de confianza y respeto mutuo prevaleciente en nuestros lideres, lo que provoca desintegración y menosprecio al dialogo constructivo; sino veamos históricamente, como se irrespetaron acuerdos, como ha costado la aprobación de medidas de interés nacional, como conflictos pequeños se vuelven graves, y que difícil resulta para algunos abandonar el insulto y la ofensa, como herramientas de discusión.
2) El individualismo y autoritarismo histórico, mantiene actitudes en nuestros lideres políticos, que destruyen esfuerzos concertadores; estos elementos acompañados del poder del puesto y los intereses particulares, constituyen obstáculos poderosos para la concertación y el trabajo conjunto.
La buena noticia es que los políticos de oposición están ofreciendo apoyo al nuevo gobierno, confiemos en la sinceridad de sus palabras, porque si están fingiendo, grave daño nos harán, ya que si este gobierno fracasa en medio de la crisis, no habrá quien nos salve.
Por otro lado, debemos realizar que no hay gobierno que por si mismo pueda resolver los problemas actuales y futuros del país, se necesita el concurso de todos los sectores de la vida nacional, trabajando en forma armónica y concertada. Aquí se vuelve indispensable que tecnócratas, políticos, empresarios, académicos y trabajadores aprendamos a trabajar en equipo, pues nunca lo hemos hecho y nos va a costar aprenderlo. ¡Busquemos herramientas y con humildad, aprendamos a manejarlas!
¿Por qué es difícil el trabajo en equipo? Al reunir personas con diferentes intereses, estilos personales, formas de comunicarse y percepciones de la realidad, brota el conflicto, pero este puede servir para generar mejores soluciones o para desintegrar al grupo, depende de la forma en que se maneje. Es aquí donde las herramientas y tecnología superan la buena voluntad y las buenas intenciones; pero en una carrera por demostrar que lo sabemos todo y fingir capacidades que no tenemos ¿quien tiene la honradez para reconocer que no dispone de ellas y las busca? ¿Quién se vuelve humilde y evita el mareo del cargo nuevo? ¿Quién deja de fingir que lo sabe todo?
Políticos y tecnócratas a dirigir Burócratas... pero haciendo empatia con el ciudadano y sectores organizados del país; nunca olviden que su labor no es imponer soluciones a los problemas, sino crear un ambiente de Confianza y Respeto Mutuo donde las soluciones broten solas.
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